A veces hay que tocar fondo para apreciar mejor cada peldaño que nos vuelva a llevar a lo más alto...hay que mojarse con cada lágrima con la que aprender a hacernos más fuertes...lo esencial se centra en que después de la tormenta no sólo llegue la calma, sino que nos revolvamos por dentro para reír con tantas ganas que esta vez no nos preocupe revolcarnos por el suelo...y que a pesar de los obstáculos que se empeñan en imponerse en nuestras vidas, salgamos siempre adelante...repetirnos ante el espejo que nada ni nadie podrá con nosotros...hasta que un día, no haga falta decirlo en alto, porque lo sabremos, lo sentiremos y seremos capaces de ponerlo en práctica a cada instante que nosotros a partir de entonces controlaremos...a veces hay que perder, para valorar lo que tenemos y lo que vamos ganando con esfuerzo...y escuchar de todo para seleccionar lo que realmente importa...a veces es necesario saber lo que es amar de verdad a alguien y dejarse amar, para entender cómo hay que empezar a quererse a uno mismo...a veces todo es cuestión de creer(nos), de sonreír(nos), de ayudar(nos), de luchar(nos), de partir de 0 para llegar bien lejos...de hacer que cada pequeño cambio nos haga ser más nosotros mismos hasta que podamos también sentir que todo lo que nos rodea, todo lo que hemos conseguido, es por lo que nunca nos hemos rendido...



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