Disparos en el suelo nos obligan a saltar, no podremos escapar, más tarde o más temprano nuestros cuerpos se cansarán...sogas cazando cabezas, equivocándose de enemigos, ahogándonos sin dejarnos respirar...vivimos, si es que se puede llamar vida, en un eterno estancamiento de tierras movedizas, que cuando más te mueves, más te consume...ahora las respuestas se ríen de nosotros, y nos quedamos con cara de bobos...sentimos una impotencia que se desborda en cada puño cerrado, donde golpear al aire ya no hace daño, pero que siempre nos rebota...y entonces, cicatrizan nuestras ganas de mandarlo todo a la mierda...no nos dejan opciones si es que alguna vez creíamos que las teníamos...poseemos una libertad engañosa, un palo para recordar quién manda y un bozal para dejar de gritar...sólo nos queda coger prestadas sus propias tijeras para cortar estas cuerdas que nos atan y reunir las fuerzas de debajo de las piedras...porque esta vez no esconderemos la mano...no nos rendiremos hasta que se nos escuche alto y claro...
Papá cuéntame otra vez - Ismael Serrano
quizá no nos dejarán soñar. pero soñemos y luchemos. Buen blog, besos
ResponderEliminarsin rendirnos...
EliminarMuchas gracias!