Agazapados estábamos esperando el momento para atacar...sigilosos, tras las sombras, quietos y pacientes...observábamos aumentando las ganas y es que cuanto más larga es la espera, mayor es el deseo...éramos tan sólo unos muertos de hambre que tramaban el último asalto, guardando las únicas fuerzas que nos quedaban...esta vez no se nos permitía fallar...nuestra presa inquieta mostraba miedo y nos presentía, pero ya flaqueaban sus alarmas...y cansada, empezaba a cometer los pequeños errores que la hacían vulnerable...colocándose en bandeja para nuestro gran banquete, los entrantes que nos harían más fuertes, que nos harían sobrevivir un día más...caminábamos lento, rodeándola, escondidos en la oscuridad...cuando la tuvimos en frente, sin que nos pudiera ver, nos pusimos en posición para coger impulso, sólo se necesitaban unos instantes para saltar, para agarrarnos, para atraparla, para que ya no pudiera escapar, para que fuera nuestra, para alimentarnos de ella...y sin pensarlo más, lo hicimos...
y nos abalanzamos hacia nuestro propio reflejo en el espejo...y nos comimos, a nosotros mismos...víctimas y verdugos en una misma piel...sin reconocernos, una autodestrucción dejando ganar al más fuerte; sin embargo, habíamos perdido la batalla...ya no seríamos quienes fuimos, simplemente habíamos terminado con quien ya no queríamos ser...
...mas en quién nos habíamos convertido...
El Caso de Emergencia - Zahara
https://www.youtube.com/watch?v=_lQEBa6Vzwg
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